ICE y la experiencia en el sistema de justicia por los derechos de niñas y niños indígenas
En el 2005, se creó en México la evaluación anual en el Sistema Educativo Nacional conocida como Prueba Enlace, aplicada cada año del tercero al sexto grado, en las escuelas primarias y en los grados de secundarias de todo el territorio nacional.
Publicado en el Fondo Regional de la Sociedad Civil para la Educación el 11 de noviembre de 2014
Realizado en el idioma español, el examen fue idealizado con el objetivo de evaluar los conocimientos de los y las estudiantes, considerando sólo elementos de la cultura occidental y urbana. Sin embargo, en diversos pueblos indígenas, se habla y se educa a los niños y niñas en la cultura y el idioma originario.
Por ello, la red de Incidencia Civil por la Educación (ICE) considera que este sistema de evaluación nacional discrimina en cuanto no es respetuoso de la cultura, la cosmovisión y las lenguas de los pueblos indígenas de México. Asimismo, recuerda que las leyes nacionales y pactos internacionales señalan el derecho a una educación pertinente cultural y lingüística para todos y todas los miembros de las comunidades indígenas en las diversas regiones mexicanas.
La justificativa para la aplicación de la Prueba Enlace estaba en la presunta necesidad de evaluar la calidad del sistema educativo nacional, haciendo públicos los resultados de ese diagnóstico con el objetivo de mejorar. La Secretaria de Educación Pública (SEP), inclusive ha señalado que el aumento salarial de los maestros/as podría depender del resultado de las niñas y niños en el examen.
La ICE, desde 2006, hace del trabajo por la promoción de la educación con pertinencia cultural y lingüística una de sus principales luchas y, ante esta coyuntura, asumió este caso de violación del derecho a la educación de los pueblos indígenas como una gran oportunidad de llamar la atención sobre el tema a nivel nacional, promoviendo un debate que involucrara sociedad civil y Estado, incluyendo los Sistemas de Justicia. Es así que la coalición, en articulación con el Congreso Nacional de Educación Indígena Intercultural y más de 80 organizaciones, redes y colectivos de la sociedad civil, así como comunidades en los estados de Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Yucatán – en dónde hay fuerte presencia indígena – ha sumado fuerzas para oponerse a la aplicación de la Prueba Enlace en comunidades indígenas.
Posicionamiento público y justiciabilidad por una educación con pertinencia cultural y lingüística
En julio del 2008, maestras y maestros de la escuela primaria El Porvenir, de la comunidad
Nichte’el demandaron a la SEP, ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), cuestionando la aplicación de la Prueba Enlace a niños y niñas indígenas tzeltales. Ellas/os argumentaban que la prueba no sólo discrimina a los y las estudiantes del pueblo por la imposición de su realización, sino que también visibiliza el que se les niega la educación en su propia lengua y desde sus propias referencias culturales.
En febrero del 2011, el CONAPRED emitió un dictamen, en el que reconoce que el Sistema de Educación Pública “discrimina de forma indirecta” a los y las niñas indígenas, y publica 14 resolutivos que la SEP deberá acatar para reparar el daño. La ICE apoyó a este proceso, dándole visibilidad nacional y regional al caso, inclusive con la difusión de dos posicionamientos públicos sobre la necesidad de suspender la prueba en comunidades indígenas, aprovechando dos coyunturas: la aplicación de la prueba y las elecciones federales, cuando se presentó el documento a todos los candidatos a la presidencia.
Asimismo, la coalición ha participado activamente en un Grupo de Trabajo con la Coordinación General de Educación Intercultural Bilingüe (CGIB), instancia federal encargada de ejecutar los resolutivos del CONAPRED respecto al caso de la prueba Enlace. El espacio de diálogo con las autoridades encargadas de echar a andar el plan de acción para el cumplimiento de dichos resolutivos es una experiencia inédita en que la sociedad civil obtiene un fallo positivo ante una institución y luego es consultada sobre el resarcimiento al daño. Este espacio ha implicado un esfuerzo grande de negociación de la ICE, para generar propuestas viables.
Asimismo, padres y madres de 2 comunidades indígenas han interpuesto un amparo judicial a la aplicación del examen para sus hijos e hijas, exigiendo su suspensión en los contextos educativos indígenas y la implementación de una educación y evaluaciones diversificadas acordes al contexto de las regiones multiculturales del país.
La ICE, como parte del movimiento “Educación Digna para los Pueblos”, promovió entonces una conferencia de prensa, en la que se presentaron los aspectos centrales de la demanda, las evidencias de la incongruencia de la prueba, y los daños emocionales y culturales que implica para los niños y las niñas de los pueblos originarios continuar con estos mecanismos de estandarización y homogenización social en el país.
En esa ocasión, se subrayó que dos escuelas primarias del sector indígena, ubicadas en los municipios de Las Margaritas y Huixtán fueron excluidas de la prueba Enlace debido a que un juez les otorgó protección provisional, luego de que las madres y los padres de familia de estos dos locales solicitaron un amparo. Luego, la comunidad de Huixtán obtuvo también un fallo definitivo a favor de su demanda. El ejemplo de las comunidades que lograron un amparo judicial promueve que lo puedan hacer otras comunidades en diferentes estados del país. El gobierno, a través de la Secretaría de Educación, ha recién anunciado la suspensión de la prueba a partir del 2014, y la presión de muchos sectores de la sociedad civil mexicana por cancelar este sistema de evaluación ha influido, sino determinado esta decisión.
Lea la experiencia completa en la publicación La incidencia política de la sociedad civil por el derecho humano a la educación: relatos y aprendizajes desde América Latina y el Caribe – Volumen II
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